Un reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que las probabilidades de padecer cáncer de esófago aumentan si se consumen bebidas muy calientes.
Los resultados sugieren que ingerir bebidas muy calientes probablemente causa cáncer en el esófago y que es la temperatura, y no las propias bebidas, la que parece responsable.
Tras 25 años, los expertos descartaron al té o café como bebidas cancerígenas y ahora señalan que el problema radica en la temperatura en que éstas se consumen.
La OMS pide prudencia al momento de ingerirlas y recomendó tomar bebidas que no excedan en temperatura los 65 grados centígrados.