Ni las amenazas del gobierno turco impidieron que en una decisión histórica, el Parlamento alemán recociera el genocidio armenio por parte del Imperio Otomano, donde entre 800.000 y 1,5 millones de cristianos armenios fueron exterminados durante la Primera Guerra Mundial.
Con protestas en el centro de Berlín y inmigrantes turcos y alemanes de origen otomano condenaron la resolución al igual que la población de Turquía.
Por su parte, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, lamentó la decisión parlamentario y aseguró que esta tendrá consecuencias. El llamado a consulta a su embajador en Alemania es el primer paso, Turquía podría negarse a cumplir el acuerdo impulsado para acoger a miles de refugiados.