La picadura de un escorpión o araña podría acabar con la vida de un ser humano en minutos, sin embargo, paradójicamente este veneno podría salvar millones de vidas.
Científicos afirman que estas criaturas venenosas producen una molécula tipo antibióticos que los protege contra bacterias. Creen que gracias a ellos se podrían producir una nueva generación de medicinas que protejan de la súper bacteria resistente a los antibióticos.
Los expertos en salud se encuentran preocupados de la creciente resistencia a las drogas antimicrobianas. Sin embargo, estos nuevos fármacos están aún por crearse, pues las compañías farmaceúticas aseguran que este tipo de medicinas no son comercialmente atractivas.