Ciudadanos ecuatorianos viven en alerta por las continuas réplicas del terremoto de 7,8 grados que azotó el país el sábado pasado.
La madrugada de ayer el pánico se apoderó de sobrevivientes y socorristas, cuando dos sismos de 6.1 y 6.3 grados volvieron a sacudir al país. A cinco días de tragedia, se desvanecen las esperanzas de encontrar vida entre los escombros.
El gobierno ahora se centra en reconstruir el país, por ello el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, comunicó medidas excepcionales en busca de reunir fondos para atender la emergencia, estas medidas incluyen el aumento de los impuestos y contribuciones de los salarios.
