Tras algunas semanas de los atentados en Bruselas, las autoridades locales confirmaron que la capital belga no era el objetivo de los terroristas.
Los interrogatorios contra los terroristas capturados, arrojaron que era la ciudad de París donde se tenía planeado llevar a cabo la masacre. Asimismo, aseguraron que los atentados del 13 de noviembre en París eran solo el primer golpe a gran escala contra Francia.
Según informaron, las redadas antiterroristas motivaron a cambiar de planes y atentar contra el aeropuerto y el Metro de Bruselas.