Al menos 34 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas el último domingo por la explosión de un coche bomba en Ankara, capital de Turquía.
El atentado se produjo en un paradero de autobuses frente a la céntrica plaza Kizilay. Numerosas ambulancias fueron enviadas al lugar del ataque, en el que varios edificios resultaron afectados.
Aunque nadie se adjudicó el atentado, la policía turca sospecha del grupo armado ‘Los Halcones de la Libertad de Kurdistán’.