En uno de los momentos que más anhelaba de su visita a México, el Papa Francisco pudo contemplar a la Virgen de Guadalupe en su santuario, luego de oficiar una misa ante miles de fieles.
El Pontífice ofreció un ramo de flores amarillas y se sentó a rezar en silencio durante unos 25 minutos ante la imagen de la ‘morenita’ en el llamado camarín de la Virgen de Guadalupe.
Este fue el momento más emotivo del primer día de actos oficiales del Papa en México, después de pronunciar una sentida misa en este templo mariano, ubicado en la periferia de la capital y que es el más visitado del mundo.