El enigma sobre la identidad del asesino en serie del siglo XIX conocido como ‘Jack el Destripador’, parece haber sido resuelto tras 126 años, por el empresario británico Russell Edwards.
De acuerdo a su versión, el delincuente que mató y abandonó a cinco mujeres en los callejones del barrio de Whitechapel, en el año 1888, fue "definitiva, categórica y absolutamente" un polaco de nombre Aaron Kosminski.
Esta teoría se basa en una prueba de ADN realizada por el profesor de biología molecular de la universidad John Moores de Liverpool, Jari Louhelainen, quien llegó a la conclusión de que la sangre impregnada en el chal de una de las víctimas, correspondía también al sospechoso.
Edwards explicó que tuvo que comparar los restos hallados en la prenda con muestras genéticas de los descendientes del supuesto asesino y la ocasional prostituta, para armar semejante conjetura.
Con este histórico hallazgo, quedarían descartados los demás sospechosos del horrendo crimen, incluyendo a Lewis Carroll, autor de 'Alicia en el País de las Maravillas' y el pintor Walter Sickert.
Cabe mencionar, que según los investigadores, Kosminski tenía 23 años cuando cometió los asesinatos y fue internado en un centro psiquiátrico por padecer de esquizofrenia.