El Santo Padre, que puso hoy a Latinoamérica bajo la protección de la Virgen de Aparecida, la patrona de Brasil, exhortó a los fieles a no perder la esperanza y afirmó que aunque el “diablo, el mal, existe, no es el más fuerte, el más fuerte es Dios”.
El Papa Francisco también pidió a los padres y educadores que transmitan a los jóvenes los valores que les hagan artífices de un mundo más justo, solidario y fraterno.
“Hoy en día, todos un poco, y también nuestros jóvenes, sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer”, agregó el Pontífice.
El obispo de Roma hizo estas manifestaciones en la misa que ofició en una mañana fría y lluviosa en el santuario mariano de Nuestra Señora de Aparecida, a 245 kilómetros de Río de Janeiro.