La esposa del ex alto dirigente del partido comunista chino, Bo Xilai, fue sentenciada a pena de muerte suspendida después de haber confesado que asesinó a un empresario británico al envenenarlo con cianuro.
Ella fue acusada de embriagar y envenenar a la víctima en un hotel de Chongqing. La pena de muerte quedará conmutada al cabo de dos años de prueba. Según el comportamiento de la mujer esta puede convertirse en cadena perpetua.
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