La llegada de la COVID-19 hizo que los escenario se quedaran en silencio, se apagaran sus reflectores y quedaran absolutamente vacíos, pues las artes escénicas son uno de los sectores que se paralizo de imprevisto y sin fecha de reactivación, por lo que muchos artistas se vieron en la necesidad de reinventarse y como muchos otros rubros de la economía se subieron al coche de la virtualidad.
Y es así que los artistas cambiaron las tablas por la cámara web de sus computadoras y celulares para ofrecer su arte a través de shows virtuales, pero no ha sido nada fácil para ellos, sino por el contrario todo un reto que superar ya que al no tener al público de manera presencial es una gran dificultad para lograr una comunicación efectiva.
La actriz, Bettina Oneto manifiesta que “es muy difícil sobre todo en la comedia, porque la gente se ríe pero al no escucharlos y con una demora en la respuesta es un poco incómodo”.
Por su parte Pablo Villanueva, el conocido “Melcochita”, es un artista cómico que a pesar de ser de una generación que nació sin tecnología, ha logrado adecuarse a la virtualidad y hoy ofrece shows para grupos de amigos o familia a través de la plataforma Zoom.
Otro ejemplo de esta nueva normalidad, es Elena Romero, actriz y cantante con casi 40 años de trayectoria, que también hace uso de la tecnología, pero de una manera algo diferente y es que en este tiempo de cuarentena ella se reinventó, ofreciendo clases de canto a través de internet, y ahora trabaja en una serie proyectos que pronto pondrá en línea para deleitar al público con su voz.
