Sebastian Coltescu es el árbitro de la polémica en la Champions League, que tiene una vida llena de tragedias. Su nombre saltó a la palestra luego de protagonizar el incidente racista que provocó la suspensión del partido entre el Paris Saint Germain y el Istanbul Basaksehir.
Durante el 2007 y 2008, vivió la peor etapa de su vida y es que consta hasta dos intentos de suicidios por no haber superado unas críticas a su trabajo, además de problemas personales. Intentó lanzarse por la ventana de un tercer piso, pero fue salvado a tiempo.
La primera vez estuvo a punto de hacerlo antes del Gaz Metan Medias vs. FC Brasov, encuentro que lo marcó en su carrera debido a que fue investigado por sus errores. Otros episodios que recuerdan en su país son del 2013, cuando expulsó a 7 jugadores y enseñó 13 amarillas.