En Trujillo, se encuentra un lugar que podría ser el mejor reflejo de lo que podría ser el infierno en la tierra, el basural “El Milagro” que es un botadero que lleva colapsado muchos años, pero pese a eso familias continúan trabajando en este lugar e incluso algunos viviendo ahí en la mayor pobreza y abandono.
En 2019, las autoridades de Trujillo dieron a conocer que el botadero de “El Milagro”, de unas 50 hectáreas, iba ser clausurado y con un tratamiento especial su superficie sería arborizada dotando a esta ciudad un gran ‘pulmón verde’.
Pero ha pasado el tiempo y el botadero ubicado a unos 13 km del centro histórico sigue igual y totalmente colapsado.
“El Milagro” funciona desde hace 33 años y recibe oficialmente los residuos sólitos de Trujillo y siete distritos desde el año 2007 siendo controlado bajo la modalidad de ‘a cielo abierto’, generando contaminación ambiental.
Lo más alarmante fue que nuestra compañera Morelia García encontró varios niños reciclando basura y compartiendo espacio con los peores desechos tóxicos, una desgarradora crónica que no lo dejara indiferente.
