En cada esquina de la capital cusqueña hay un sabor escondido. Las nuevas propuestas de cocina en la ciudad imperial utilizan insumos locales y técnicas vanguardistas para todos los presupuestos.
María Fernanda Delgado fue testigo de cómo sus habitantes aún guardan con recelo las recetas caseras y solo algunos antiguos comedores sirven los guisos de siempre, por ejemplo: el mercado de San Pedro.
Y es que no hay nada mejor que probar los divinos mejores que el ombligo del mundo les regala a sus compatriotas y los turistas. Así que acompáñenos en esta ruta llena de sabor y, sobre todo, mucha historia y tradición.