A fines del 2015, un estudio de la Marina de Guerra del Perú anunció que el pueblo Belén podría desaparecer tras una alerta de inundación. Pero a los pobladores, parece no importarles, pues se rehúsan a abandonar sus viviendas.
Al Sexto Día recorrió los siete Asentamientos Humanos que conforman Belén y sorprendentemente los pobladores viven en precarias condiciones. En los ríos totalmente contaminados, los niños se bañan, pescan, juegan, entre otras actividades.
Ocho de cada 10 casas tienen muros, pisos y techos fabricados con madera, hojas de palma y calaminas. Ya en el 2012, un incendio destruyó 130 casas y los bomberos poco pudieron hacer. Belén es un pueblo inflamable.
Pero no todo es un mal panorama en este pueblo, pues a diario muchos disfrutan de este lugar para realizar diversas actividades junto a sus amigos y familiares.