En las calles de la capital, a plena luz del día, a vista y paciencia de los vecinos, así como transeúntes cientos de mujeres, en su mayoría de nacionalidad extranjera, ofrecen sus servicios sexuales a diario diferentes distritos de Lima, y parece ser algo ya normalizado.
Pero el ejercicio de este oficio, el más antiguo del mundo, en nuestros tiempos parece de lo más común y es que según nuestra legislación, la prostitución no es un delito, sin embargo, el proxenetismo, acción de beneficiarse económicamente ofreciendo los servicios sexuales de una tercera persona, sí es un delito tipificado en nuestro Código Penal.
DISCRECIÓN BAJO LA FACHADA DE UN HOSTAL
Muchos clientes toman el servicio de estas señoritas en plena vía pública, muchas veces amparándose en la noche o en las lunas polarizadas de auto para no ser descubiertos negociando un momento placentero con alguna meretriz, pero otros usuarios de estos servicios buscan más privacidad y es aquí donde aparecen los prostíbulos clandestinos.
Esos lugares “caletas” donde hay más discreción, prostíbulos que operaran bajo la fachada de otro negocio, son muy concurridos por decenas de parroquianos,
En Al Sexto Día, desde el distrito de Comas sea testigo de un operativo municipal en un prostíbulo clandestino que operaba dentro de un hostal, en nuestro segmento ¡Operativo Callejero!