Los vecinos de Lince le tienen cariño y lo ayudan con lo que pueden para que pueda sobrevivir en las calles, y es lleva más de 10 años deambulando perdido en sus recuerdos.
A pesar de su aspecto y sus ropas sucias y gastadas, sus ojos de color celeste iluminan su rostro marcado por los años y el abandono que se suma a que ya no tiene conciencia de la realidad, su mente vive en un limbo donde dicen que aun vive con sus padres, que murieron en realidad hace muchos años.
A quienes afirman que era un catedrático amante de las matemáticas y es que recuerda la tabla de multiplicar al derecho y al revés, pero no recuerda la última vez que tomó un baño, aunque se dice que fue hace 10 años.
Al Sexto Día llegó para conocer su sentir y para ayudarlo a que tenga un cambio extremo. Al principio no quería recibir ayuda, pero poco a poco accedió y el cambio lo sorprenderá en esta conmovedora crónica con la historia del mendigo conocido por todos como Juan de Dios.