Como sabemos en medio del caos por la violencia desatada por la delincuencia en las calles, llevó que el Gobierno declarará el estado de emergencia en tres distritos, dos de Lima y uno de Piura, una medida necesaria y pedida por los ciudadanos para combatir la inseguridad ciudadana que gana más terreno a diario.
La medida entró en vigor el pasado martes, donde se declaró en emergencia a los distritos de San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres en la capital; y a Talara en Piura.
La iniciativa busca enfrentar de manera firme y frontal a la delincuencia y la criminalidad organizada que parece no tener un alto, sembrando terror y fomentando la violencia a todos los niveles.
Este régimen de excepción implica la suspensión de algunos derechos, como el de la libertad y seguridad personales, que se refiere específicamente a la suspensión del derecho a que "nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado del juez o por las autoridades policiales en caso de flagrante delito."
De igual forma queda suspendido el derecho a la inviolabilidad del domicilio, en otras palabras, las autoridades podrían ingresar a cualquier vivienda sin los requisitos previstos por la norma legal.
También queda suspendido el derecho a la libertad de tránsito dentro del territorio, implicando que implica que una autoridad policial o militar podría detenerte a cualquier ciudadano en caso de sospecha, o acto ilícito.
Y por último queda suspendido el derecho a la libertad de reunión en viviendas, locales privados o abiertos al público, sin previo aviso, así como el derecho a autoconvocarse en plazas, parques, calles, y veredas.
En Al Sexto Día, esto es lo que ha pasado en los primeros días del estado de emergencia, las intervenciones, las detenciones y todo el sentir de los vecinos de los distritos implicados en la media.
