La cuarentena por el estado de emergencia había recuperado los paisajes, los ríos y aparentemente también la seguridad ciudadana, pero a inicios de mayo la cifra volvió a casi la normalidad, 800 denuncias por robos.
La inseguridad ciudadana en nuestras calles, lamentablemente es uno de los problemas graves y crónicos, un fenómeno social que sigue permanentemente afectando la paz y tranquilidad y más aún condenando el desarrollo y bienestar nacional en nuestra patria incluso en tiempos de pandemia por el nuevo coronavirus COVID-19.
Pero en la medida en que se vaya flexibilizando la cuarentena, la presencia de delincuentes será mayor en las calles, luego de que la incidencia de asaltos y diversos crímenes bajara durante la etapa de inmovilización social obligatoria.