Miembros del Club Chalaco de Lucha de Brazos visitaron el corazón mismo de Gamarra para enfrentar a los valientes que quieran demostrar su fuerza. Aquí el tamaño o el volumen de los músculos no hacen la diferencia, pues hay otros elementos que también pueden definir una victoria sorpresiva, por ejemplo las técnicas al momento de enfrentarse mano a mano y un entrenamiento enfocado.
A diferencia de las películas, los jóvenes del Club Chalaco, demostraron que a sus 24 años y con sencillas técnicas para las vencidas, se puede ganar hasta a los más musculosos y grandes.