Vivir en un cerro debe ser uno de las costumbres más extrañas en los pobladores limeños. Pero, cada uno de ellos tiene razones de sobra para haber llevado a sus seres queridos a las faldas de un porción de rocas, que sin no se tiene un plan de prevención ante posibles temblores, podría ocurrir una verdadera desgracia.
Existe casas que con un solo movimiento telúrico podrían desplomarse. Allí se siente como se mueve todo el suelo, cuando pasan por ahí un camión, o un simple auto. Muchas familias en Lima, viven en casas que están al borde del abismo.
Mucha gente que hoy vive en esta zona, son personas que vinieron desde la sierra del Perú, escapando de momento turbios, como por ejemplo la señora Juana, quien nos cuenta sus miedos al vivir en uno de los cerros de Villa María del Triunfo.
"Nosotros vinimos de Ayacucho, escapando del terrorismo. Salimos de allá sin nada, en 1984". Aunque parezca curioso, la familia de doña Juana aseguran haber practicado ante un eventual movimiento telúrico. Ellas afirman haber ensayado en un año, tres veces.
Pero, como bien lo dicen los que viven en este lugar, "la responsabilidad, es de cada uno", saber cuál es su plan de contingencia, pero debido a la situación económica, las autoridades deben seguir instruyéndolos y no esperar que pase un desastre para recién ponernos las pilas.
