Un equipo de Al Sexto Día recorrió esta semana los cerros de nuestra capital, donde se comprobó que para movilizarse sobre ellos se han construido unas escaleras de terror, con unas pendientes tan inclinadas que muchas veces lejos de ayudar se convierten en todo un problema.
En las alturas, las familias suben y bajan escaleras sin barandas arriesgando sus vidas para llegar a su destino. En muchos lugares hay escaleras sin terminar, ya que las Municipalidades no se manifiestan tras esto.
En el Asentamiento Humano 23 de enero ubicado en Comas, las escaleras no tiene un mismo sentido y están inconclusas. Uno de los habitantes aseguró que en dos ocasiones sus menores hijos han caído y han sufrido fuertes golpes en la cabeza.
Por otro lado, en Villa María del Triunfo, hay muchas escaleras donde no se han terminado de construir debido al poco ingreso de los habitantes del lugar. En el Asentamiento Humano Brisas, las escaleras son abismos que tienen caída directo al precipicio.
En países como Colombia, los lugares más pobres del país cuentan con escaleras eléctricas y Perú está muy lejos de eso.
