En los años 80s, el cantante Lorenzo Palacios Quispe, conocido como Chacalón el Faraón, fue y sigue siendo de las figuras más representativas de la chicha peruana. El cantante de "Soy muchacho provinciano" dejó un gran legado musical en ese género y abrió el camino para las nuevas generaciones de chicheros.
Pero en la actualidad en tiempos en los que no está más Papá Chacalón, emergen nuevas figuras en mundo de la Chicha, como Saico y Chechito, pero el camino al éxito de estos novísimos cantantes podría verse totalmente empañado por la delincuencia y la extorsión.
Como se recuerda el pasado sábado 5 de agosto, Brian Cristhopher Moreno Calle acudió al concierto de Chechito para celebrar su cumpleaños número 32, pero una bala perdida acabó con su vida en una loza deportiva de Santa Anita en la que se realizaba el concierto de chicha.
Una realidad que alarma es que parra muchos los recitales de chicha siempre deben terminar en peleas y en balaceras, a lo que se suma que artistas como “Saico y su Nueva Generación" y “Chechito y los Cómplices de la Cumbia” son, actualmente, dos de las agrupaciones de moda en las zonas periféricas de Lima, o conos, están siendo presa de mafias extorsivas que les exigen hasta 300 mil soles para no atentar contra su vida, la de sus músicos ni la de sus familiares
En esta crónica de Al Sexto Día nos sumergimos en el peligroso mundo de la música Chicha.
