La pandemia del nuevo coronavirus COVID-19 orilló a los artistas a repensar “el poder que tiene el arte para subsistir y salir adelante en los momento más adversos”, en medio de una emergencia sanitaria jamás vivida en los últimos siglos.
La COVID-19 afectó en dos ámbitos a la humanidad en lo emocional y lo cotidiano, donde lo más difícil que puede haber es poder sacarle una sonrisa a las personas con el arte, ya que muchos de sus exponentes no tienen los medios ni las facilidades para expresar su talento.
Como sabemos un buen artista, sin duda, siempre tiene un gran imitador, nuestra reportera Morelia García encontró a la “Uchulú” versión rímense, al “Ingeniero Bailarín” de los semáforos, a Rossy War de Santa Anita, entre otros imitadores que día a día luchan para llevarse un pan a la boca en tiempos del SARS CoV-2.