Sola, con salsas, con papas y otras guarniciones; de pollo, de carne o de lo que sea con este plato nunca hay pierde, hablamos de la deliciosa “Milanesa”. Es un filete fino, normalmente de carne vacuna, pasado por harina, huevo batido y luego por pan y queso rallado parmesano rallado, que se cocina frito y en ocaciones al horno.
Aunque en muchas parte del mundo se llama milanesa a cualquier rebanada de un ingrediente rebozado con parmesano rallado y frito, pero las hay de muchas formas, las hay de pollo, de pescado, de soja, de berenjena o de mozzarella, entre otros ingredientes.
Al buscar sobre su procedencia, no se conoce el origen de esta receta, aunque hay muchos mitos al respecto como que su nombre proviene de la ciudad italiana de Milán y desde fines del siglo XIX es una comida típica de la cocina argentina, boliviana, chilena, paraguaya, mexicana, uruguaya y en nuestro país.
En un comienzo se suponía que había nacido en Viena, de donde proviene el schnitzel o escalope vienés, un plato muy parecido a la milanesa. Pero luego se dijo que la receta original proviene de Milán, donde se preparaba el escalope.
Pero sea cual sea su origen, su sabor es lo que realmente importa y la milanesa puede ser consumida generalmente con una guarnición como ensalada, puré o patatas fritas, pero también en un delicioso sandwich.
Nuestra reportera Mónica Queirolo nos mostrará algunos de los secretos y la gran variedad que se esconde detrás de un inmortal y delicioso platillo que con el paso de los años sigue y seguirá dando la hora en las mesas peruanas.
