Un equipo de “Al Sexto Día”, conformado por Morelia Garcia, vivió en carne propia lo que es subsistir dentro de una chanchería ubicada en las alturas del sur de Lima, allí donde se crían cerdos en medio de la nada y en un ambiente de extrema pobreza. Sobre los cerdos se puede decir que es la especie animal cuyas bondades han sido apreciadas por el hombre desde tiempos inmemoriales. Se considera que es una de las especies con mayor potencial carnicero, siendo la más consumida en el mundo.
El cerdo doméstico llegó a América proveniente de España en el segundo viaje de Cristóbal Colón. Al Perú llega con la conquista y se afirma que la raza de dichos animales era la denominada raza ibérica.
La Porcicultura Tecnificada contribuye con el 60 % del total de la producción de cerdo en el Perú, representando el 88 % del cerdo beneficiado en mataderos autorizados por SENASA, que es el camino que siguen los cerdos que deben ingresar a los sistemas de comercialización. Se asume que el saldo son cerdos producidos para consumo local en zonas rurales de manera informal.
Pero el trabajo en las llamadas chancherías capitalinas, es una labor que, para muchos, es la única manera de sobrevivir como la historia tierna de una pareja de ancianos que tienen más de 40 años criando a sus “hijos”, así como ellos, llaman de cariño a sus cerditos, en una actividad que no es solo para su sustento económico, sino también están amaestrados como sus mascotas a estos chanchitos.