Las calles de Lima son el perfecto escenario para ubicar a curiosos personajes como al mini “Chapulín Colorado”, quien labora en las esquinas del centro a la espera de que un semáforo cambie a luz roja para brindar su espectáculo de malabares, lo mismo que pueden sorprender o no a los pasajeros de las unidades que presencian el acto.
Detrás de aquel disfraz se encuentra Milton Mormontoy, un joven cusqueño que llegó a temprana edad a la capital, pero con el tiempo ha logrado hacerse más ágil que una tortuga y más fuerte que un ratón. A pesar que la vida le ha sido difícil, él demuestra que con esfuerzo se puede lograr salir adelante.
Por otro lado, narró que a la edad de 14 años se percató de la discapacidad física que padece al darse cuenta que ya no crecía. Asimismo, indicó que llegó a Lima como bailarín de una cantante de música folclórica, sin embargo, las cosas no salieron como quiso y tuvo que laborar en la vía pública. Si bien, a diario tiene que soportar la indiferencia de algunos ciudadanos, eso no lo detiene para juntar dinero que será destinado para su menor hijo.