La vida de Ángel Gabriel Mallqui es como la de cualquier niño de su edad, con la única diferencia que es por su condición física, el cual no ha sido impedimento para realizar sus labores del día a día. Él tiene siete años de edad y en ese corto tiempo se ha dado cuenta que varias personas lo discriminan de alguna u otra manera por encontrarse de ese modo.
Sus amorosos padres son Hermelinda, quien labora en un vivero y Claudio que trabaja como taxista en el Cusco. Ellos narraron ante las cámara de Al Sexto Día, los difíciles momentos que tuvieron que afrontar ellos como familia sino también ante la sociedad. Ambos se quedaron sorprendidos cuando les contaron que Angelito había llegado a este mundo sin las extremidades desarrolladas.
Hubo un momento oscuro en esta historia. Por un instante a su mamá se les cruzó la idea de deshacerse del pequeño por el miedo de no saber afrontar el momento, por suerte su esposo llegó y la detuvo antes que cometiera un delito. A pesar de las adversidades que les pudo ocasionar esa situación, su hijo se ha convertido en ese ser de luz y esperanza que los ilumina a diario, que les demuestra que nada es imposible cuando uno se propone algo.
Ángel es muy querido por sus compañeros de estudio. Allí nos mostraron algunos de sus diplomas, además de tener buena caligrafía. Él también tiene un hermano menor, al cual demuestra todo el cariño que tiene al igual que a sus padres. Uno nunca deja de aprender y uno aprende de este muchacho que a pesar de su condición física uno debe seguir viviendo feliz.
