En la nueva normalidad, es parte de la rutina que al ingresar a un local comercial se nos rocíe las manos con alcohol. Sentimos que esta sustancia puede protegernos contra cualquier forma de contagio de la COVID-19.
Sin embargo, el alcohol solo debe ser usado cuando el agua limpia y el jabón no se encuentren a nuestro alcance, pues su uso excesivo puede causar serias lesiones y daños a la piel.
Aunque el alcohol mate los virus y bacterias al contacto con la piel, también rompe la barrera natural del órgano más grande de nuestro cuerpo, dejándonos vulnerables a contraer infecciones y enfermedades.
SIN HUELLAS DIGITALES
Incluso van en aumento casos como el de nuestro camarógrafo, José Llaja, que se ha quedado sin huellas dactilares, lo que le ha ocasionado problemas e incomodidades. Tome en cuenta, además, que solo el alcohol al 70% sirve para desinfectar las manos.
Usar los lavaderos implementados en las zonas comerciales o llevar su propio alcohol en gel puede mantener sus manos limpias y además, cuidar su piel.