Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el consumo de bebidas alcohólicas no cura ni previene el COVID-19, por lo contrario aumenta las posibilidades del riesgo de adquirir el peligroso virus.
De acuerdo a un estudio, el consumo excesivo de alcohol puede alterar las defensas y el sistema inmunológico de cualquier persona. ”Entre dos horas y cinco horas después de tomar entre 4 y 5 bebidas alcohólicas, los sistemas inmunes se vuelven menos activos que cuando estás sobrio. Estás noqueando tu escudo natural, hay una menor frecuencia de linfocitos y monocitos (glóbulos blancos), destruyes parte de tu ejército de células asesinas naturales”, refiere el estudio.
La compra y venta de alcohol durante el aislamiento social, puede ser perjudicial para la salud, en especial durante la pandemia del coronavirus. Por ello la OMS insta a los gobiernos a aplicar medidas que limiten el consumo de alcohol.