La Organización Mundial de la Salud brindó una guía elaborada que ofrece recomendaciones sobre el tiempo diario que los niños menores de cinco años deben dedicar a la actividad física, al sueño y cómo se debe acortar el tiempo de sedentarismo.
Entre las recomendaciones de la OMS, esta que los niños no deben tener ningún acceso a las pantallas hasta los dos años de edad y pasar una hora como máximo frente a ellas entre los tres y cuatro años, aunque menos tiempo es mejor. Como pantallas se considera desde los televisores y vídeos, hasta los juegos de consola.
Los expertos coinciden en que la infancia temprana, durante la cual hay un rápido crecimiento y desarrollo cognitivo, es el periodo en el que se forman los hábitos de los niños y las rutinas familiares están más abiertas a los cambios y son más adaptables.