Los gatos tienen la cualidad de mantenerse casi siempre tranquilos y el yoga es una disciplina física y mental que ayuda a relajarse. ¿Qué pasa si juntamos a ambos? Puede que esta haya sido la idea de muchos centros de yoga por lo que han hecho convenios con refugios de protección animal para trabajar con los felinos.
La terapia consiste en llegar a clase y elegir al gatito de su preferencia, inmediatamente después se dispone a dar inicio a la sesión de yoga. La unión de los felinos y el yoga también es posible porque estos animales tienen el temperamento requerido para la disciplina.
Algunos estudios señalan que esta práctica mejora el equilibrio, reduce la ansiedad y puede ayudar a aliviar el dolor crónico u otro. El ronroneo del gato además ayuda a disminuir la presión arterial, otros beneficios de esta práctica es que gracias a ello, muchos gatos han encontrado un hogar.
