Comer una gran variedad de vegetales y frutas previene todo tipo de enfermedades en las que está incluido el cáncer de mama. Vegetales como el brócoli o la col son algunos de los crutíferos, alimento importante para bajar los niveles de estrógeno, hormona encargada del crecimiento de los tumores.
Las nueces, los granos, el aceite de oliva se unen a una dieta que, junto con la linaza, han demostrado que previenen el cáncer de mama. Además ayudan a reducir los tumores gracias a la presencia del ácido graso, también conocido como omega 3.
Los alimentos que contienen yodo como las algas marinas ayudan a disminuir la presencia de estrógeno en nuestro cuerpo . Los frijoles blancos y los arándanos también son alimentos con alta presencia de este ácido graso.