Un estudio de la universidad de California explicó que la piel tiene la capa externa llamada córnea y su función es proteger la piel con las bacterias benignas que combaten infecciones, el exceso de agua y otras sustancias que se pueden aplicar a la hora del baño pueden dañarla.
Incluso el uso de la toalla también maltrata nuestro cutis poniendo en peligro la barrera que esta capa crea para no enfermarnos.
El secado brusco representa otro problema, pues también lesiona la capa externa de la epidermis para ello es importante utilizar una toalla tersa y secarse con palmadas suaves.
Según los dermatólogos investigadores la mejor manera de realizar esta actividad es hacerla 2 a 3 veces por semana, ya que el uso diario del agua caliente o fría junto al jabón y esponja alteran la piel, y generan que la dermis se vuelva más seca, irritada y con grietas porque se disuelven las grasas o compuestos que ayudan a mantener la humectada.