Según especialistas la depresión en Navidad ocurre en algunos casos por recordar a familiares fallecidos o algún pariente que se encuentre lejos. Pero también puede darse por la situación laboral, problemas de pareja, familiar o incluso por hacer gastos innecesarios.
Las personas mayores son quienes son las más vulnerables, y es que algunos de estos adultos mayores pasan estas fiestas en albergues o asilos a los que, si tienen suerte, aparecerá un familiar o habrá celebración.
En esta fecha encontramos distintas reacciones y cambios de humor, hay personas que para evadir las penas, los recuerdos tristes o malos ratos experimentados con otros, se les da por beber, comer en exceso o hacer compras compulsivas como una forma de llenar vacíos.
Si bien la persona deprimida prefiere aislarse y estar en soledad, es importante hacer planes y organizar actividades para cada día que le den un sentido a su vida; rodearse de sonidos y colores que le motiven; y además permitir que amistades, familiares u otros de su entera confianza le brinden su apoyo.