Una visita protocolar de la presidenta Dina Boluarte a la isla Santa Rosa, en la región Loreto, tendría una fuerte carga simbólica y diplomática, según explicó el excanciller Javier Gonzáles-Olaechea. En medio de la reciente controversia generada por las declaraciones del presidente colombiano Gustavo Petro, quien puso en duda la soberanía peruana sobre dicho territorio, una presencia oficial de la mandataria en la zona sería una reafirmación política y un mensaje directo tanto a Colombia como a la comunidad internacional.
Gonzales Olaechea recordó que esta no es la primera vez que surgen disputas verbales sobre la delimitación en la frontera. En una situación similar ocurrida hace poco más de un año, la Cancillería peruana reaccionó por canales diplomáticos y la propia Cancillería colombiana pidió disculpas públicas luego de que una autoridad local se refiriera erróneamente a la jurisdicción de Santa Rosa. El excanciller recalcó que estos hechos están registrados en video y forman parte del archivo diplomático.
Pese a esos antecedentes, la Cancillería colombiana ha reiterado en los últimos días que la asignación de islas en la zona aún está pendiente y que Santa Rosa no le pertenece al Perú. Frente a esto, Gonzales Olaechea fue tajante al afirmar que “el Perú no se va a sentar nunca a negociar” lo que ya fue establecido históricamente mediante tratados y acuerdos de demarcación firmados por ambos países. Recordó que incluso en casos donde una isla estaba más cerca del territorio colombiano, como ocurrió con la isla de Chinería, se acordó que sería peruana por consenso bilateral.
ACTO DE DEFENSA NACIONAL
Finalmente, el excanciller Javier Gonzales Olaechea calificó las expresiones del presidente Gustavo Petro como un “exceso verbal” originado por el desconocimiento. Para el exministro de Relaciones Exteriores del Perú, lo que está en juego no es solo un asunto diplomático, sino nada menos que la integridad territorial del Perú, la cual consideró “sagrada”. Por ello, insistió en que un gesto como el de la visita presidencial a Santa Rosa sería un acto firme de defensa nacional.