Bruselas, conocida como la “Capital de Europa” por su importancia política y cultural, fue el escenario del primer día de actividades del ministro del Interior, Juan José Santiváñez. En su visita oficial, el titular del sector destacó la relevancia de la participación peruana en foros de seguridad internacional, abordando temas como la vigilancia en puertos y la lucha contra el crimen organizado sin fronteras.
Sin embargo, su viaje podría ser el último al extranjero, ya que en los próximos días la justicia peruana evaluará el pedido de impedimento de salida en su contra. Esta situación ha generado críticas, con voces como la del director de la Defensoría Nacional Anticorrupción, Eduardo Herrera, quien calificó su permanencia en el gobierno como parte de una “argolla” que busca proteger a figuras clave del Ejecutivo.
Otro caso polémico dentro del entorno cercano de la presidenta Dina Boluarte es el de Julio Demartini, exministro de Inclusión Social, quien enfrenta investigaciones por corrupción. A pesar de ello, se anunció que no será enviado como embajador ante el Vaticano, sino que asumirá un nuevo cargo como asesor en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. Para Herrera, estas decisiones evidencian una cultura de impunidad.
¿QUÉ PASARÁ CON SANTIVÁÑEZ Y DEMARTINI?
En las próximas horas, el Poder Judicial determinará si se dicta impedimento de salida para Demartini, mientras que la permanencia de Santiváñez en el Ejecutivo también queda en suspenso. De confirmarse la restricción de viaje para el ministro del Interior, se trataría de un hecho inédito en el país: un funcionario de alto rango imposibilitado de salir del país por decisión judicial mientras aún está en funciones.
