Audios difundidos por “Punto Final” involucran a Carlos Guillén, cercano a la presidenta Dina Boluarte, en un esquema que presuntamente buscaba intimidar a los implicados en el caso Qali Warma. Guillén, en una conversación con Noemí Alvarado menciona que desde el Ejecutivo planeaban “enterrar” a Nilo Burga, empresario implicado en esta trama y quien días después apareció apuñalado, generando serias sospechas de amedrentamiento.
Las conversaciones también señalan a Freddy Hinojosa, exjefe de Qali Warma y actual vocero presidencial, como pieza clave en la presión ejercida sobre Nilo Burga. Asimismo, surge el nombre del ministro de Educación, Morgan Quero, descrito por Guillén como un hombre de confianza de la presidenta Dina Boluarte, quien aparentemente estaba interesado en obtener detalles de los actores vinculados al caso.
Las repercusiones llegaron al Congreso de la República, donde varios legisladores expresaron su preocupación. Flavio Cruz, de Perú Libre, calificó la situación como evidencia de una red criminal que busca proteger a ciertos intereses desde el Estado. “El ministro ya no debería estar en su cargo. Esto es responsabilidad política de quienes dirigen”, señaló Cruz, criticando la falta de rigurosidad en la investigación sobre el caso.
GUILLÉN Y SUS REUNIONES
En paralelo, documentos oficiales revelan que Carlos Guillén ha registrado múltiples reuniones con altos funcionarios del Ejecutivo y hasta 25 visitas al Congreso, particularmente al despacho del parlamentario Raúl Huamán Coronado, quien ha negado haber sostenido tantas reuniones. Estas revelaciones intensifican la presión sobre el Ejecutivo para esclarecer su implicación en este delicado caso.