La mañana del miércoles 07 de diciembre se convirtió en una fecha imborrable a punta de golpe, el vacado expresidente Pedro Castillo anunciaba en un mensaje a la Nación el cierre del Congreso de manera inconstitucional.
MINUTOS ANTES DEL FALLIDO GOLPE DE ESTADO
Esa mañana, llegaron dos trabajadores del canal del Estado a Palacio de Gobierno, un reportero y un camarógrafo, se instalaron, sin saber que estaban a punto de ser testigos de un hecho nefasto en la historia del Perú.
Allí estaban la entonces premier Betsy Chávez, su asesor y mentor, Aníbal Torres, y enseguida Pedro Castillo, que con terno oscuro, y portando la banda presidencial, sostenía, tembloroso, un fajín de hojas.
Castillo hablaba, intentaba tomar una postura rígida, pero sus manos lo delataban. el temblor en su cuerpo tenía como epicentro la casa de Pizarro, tomó un último suspiro y pronunció las palabras que acabarían con su Gobierno.
Algunos de sus ministros, que en ese instante se encontraban en otro espacio de palacio, quedaron atónitos. Según contaron dos de ellos, nadie sabe quién dio la orden, quién aconsejó a Castillo, y menos, quién redactó el mensaje final.
RENUNCIA MASIVA DE MINSITROS TRAS MENSAJE A LA NACIÓN
Lo que sí es un hecho es que tras leer el mensaje todos saltaron del barco. Entre más minutos pasaban, más renuncian se iban sumando, Roberto Sánchez, Félix Chero, César Landa y hasta su fiel escudero Alejandro Salas le dieron la espalda y dejaron de formar parte de su Gobierno.
Luego de perpetrar el golpe, Castillo esperó; algunos aseguran que confiaba en tener el respaldo de las Fuerzas Armadas, que en ese momento, ya se reunían en la sede del comando conjunto para tomar una postura en bloque.
FUERZAS ARMADAS NIEGAN RESPALDO A CASTILLO
Casi una hora y media después, las Fuerzas Armadas sacaron un comunicado, en el que indicaban que cualquier acto contrario a la constitución constituía el no acatamiento por parte de sus comandos.
Tras enterarse de esta decisión, Castillo, bajo la protección de Aníbal Torres, alistó las maletas, y junto a su familia, partió de Palacio rumbo a la embajada de México
Para esa hora, todas las instituciones: Ministerio Público, Tribunal Constitucional, Junta Nacional de Justicia, Poder Judicial y Fuerzas Armadas habían condenado el golpe de Castillo Terrones y reafirmaban su lealtad a la democracia.
DETENCIÓN DE PEDRO CASTILLO
Mientras el Congreso apuraba el paso para votar la vacancia contra Pedro Castillo, personal de la Suat de la Policía Nacional cercaba el vehículo del presidente en la avenida Wilson.
Usando armas de fuego y deteniendo a todos los vehículos que pasan por la zona, acorralaron el auto oficial del aún mandatario. Habían dado la orden de detenerlo y llevarlo hasta la prefectura tras ser hallado en flagrancia por el presunto delito de rebelión.
Solo habían transcurrido cuatro horas y Pedro Castillo pasó de la comodidad y la holgura de palacio a la frialdad y el encierro de la prefectura, a su lado siempre permaneció Aníbal Torres.
Ambos se enteraron en la prefectura que el Congreso había conseguido 101 votos a favor de la vacancia, no había marcha atrás, a la 1: 49 p.m. Pedro Castillo ya no era presidente del Perú.
DINA BOLUARTE ASUME LA PRESIDENCIA
Dina Boluarte, que a esa hora deambulaba por Lima en su vehículo por el temor de ser arrestada, recibió la llamada del presidente del Congreso, José Williams, quien la convocó a la sesión solemne de asunción presidencial.
Desde la otra orilla, en la avenida España, Pedro Castillo recibía la visita de dos personajes a los que él mismo había denunciado y atacado por largos meses: Patricia Benavides, la Fiscal de la Nación, y Harvey Colchado, el coronel.
Ambos acudieron hasta la prefectura para participar de las diligencias que se venían desarrollando contra el ahora expresidente. Por la noche, mientras el país tenía por primera vez en su historia a una mujer como presidenta, Pedro Castillo era trasladado de la Prefectura a la Diroes, al mismo centro policial en el que, paradojas de la vida, está recluido Alberto Fujimori.
Teorías sobran sobre las razones que llevaron a Pedro Castillo a aventurarse cual kamikaze al golpe de Estado más fugaz y efímero de la historia del Perú, lo cierto es que así terminó el 07 de diciembre del 2022, con Castillo en prisión, Dina Boluarte como presidenta, la democracia peruana rescatada por sus principales instituciones.