Tras las declaraciones del premier Aníbal Torres, quien afirmó que Pedro Castillo había considerado un adelanto de elecciones pero a último declinó hacerlo, se han suscitado muchas especulaciones de qué podría haber pasado. El abogado constitucionalista Ernesto Álvarez Miranda conversó con Paco Flores para 24 Horas Mediodía para opinar sobre si se hubiera anunciado esta decisión por el Ejecutivo.
En palabras de Álvarez Miranda, este procedimiento depende de la Comisión de la Constitución y la Mesa Directiva del Congreso; y no solo es una decisión del presidente y su gabinete. Primero tendría que aprobarse este proyecto de ley mediante un proceso y luego por el Pleno, una mayoría de legisladores que no puede ser “menos de la mitad más uno” del número legal de miembro del Congreso. En este caso se necesitarían 66 congresistas.
Una vez, hipotéticamente aprobado, el proyecto de ley pasaría a referéndum. Este también podría ser propiciado por la ciudadanía, si es que esta se pronunciaba a favor o en contra.
En caso de querer no continuar con el referéndum es necesario dos votaciones sucesivas en dos legislaturas diferentes. Tendrían que ser dos tercios del número legal de miembros de congresistas. Además, ambos poderes tendrían que coordinas sus acciones para tal regla transitoria.
Por otro lado, en el caso de que el 28 de marzo el presidente sea vacado, la regla que se encuentra en el artículo 118 de la Constitución prevé una solución al vacío producido en el Ejecutivo y establece una solución inmediata para el caso de una vacancia o de un impedimento del presidente: Los comicios presidenciales.
Asimismo, aclara que la única causal de revocatoria para el mandato parlamentario es la disolución del Congreso por haberle negado el voto de confianza o la aprobación de dos mociones de censura a los gabinetes.
ANTECEDENTES
La referencia más cercana ha sido durante la caída del régimen de Fujimori, donde aprobó una disposición transitoria mediante una reforma constitucional que fue valida por un determinado tiempo. Sin embargo, comparar el contexto actual con el de ese entonces no sería justo, ya que son situaciones distintas, afirma Álvarez.
“Además los problemas están siendo causado por el Ejecutivo, y no por el Legislativo. El Congreso con todos sus defectos y errores constituye un poder del Estado que no ha entrado en crisis”, continúo.