Los últimos 30 días han sido quizás la etapa más complicada para el presidente Pedro Castillo desde que asumió la presidencia de la República.
Mientras los precios de la canasta básica familiar subían considerablemente, se descubrían reuniones clandestinas en la casa de Breña, presiones en los ascensos militares, reuniones del presidente con empresarios, que luego ganaban millonarias licitaciones y hasta un pedido de vacancia en el Congreso de la República.
Pero lejos de mostrar una reacción ante estas situaciones, el jefe de Estado siempre actuó como si no pasara nada y más bien parecía minimizar los problemas que afectaban al país.
¿CUÁL FUE LA AGENDA DEL PRESIDENTE PEDRO CASTILLO?
El presidente Pedro Castillo priorizó actividades como la creación de la escuela nacional de estudios sindicales, reuniones con dirigentes de rondas campesinas y en plena celebración de Navidad, cuando se prohibió las reuniones y visitas familiares, viajó a Cajamarca para pasar las fiestas con sus padres.
Para la periodista Mávila Huertas, el presidente Castillo está buscando la unidad de sus votantes ante una ruptura definitiva con Perú Libre, pero esta agenda particular le está costando caro al jefe de Estado.
De acuerdo a la última encuesta de Ipsos Perú un 58 % de peruanos desaprueba la gestión de Pedro Castillo como presidente, mientras que solo un 36% lo respalda. En tanto, un estudio de Datum Internacional indica que el 56 % de la población cree que el Ejecutivo no tiene medidas para generar inversión y empleo en el país.
De esta manera el presidente Pedro Castillo termina el año declarando como testigo ante la Fiscalía de la Nación por el escándalo de los ascensos irregulares en las Fuerzas Armadas, con un Gabinete Ministerial con poca solidez que perdería a su cabeza en los próximos días y con una economía con rumbo incierto que no se recupera con firmeza.
En tanto, un estudio de Datum Internacional indica que el 56 % de la población cree que el Ejecutivo no tiene medidas para generar inversión y empleo en el país.
