La alternativa presidencial izquierdista más atrayente tenía nombre propio: Verónika Mendoza. A un año y medio de las elecciones presidenciales, la alianza entre la lideresa de Nuevo Perú y Vladimir Cerrón, condenado por corrupción, su ambición por llegar al poder Ejecutivo ha quedado a la deriva.
“Aliarse con un conservador de una izquierda dura, no es lo más significativo, ni interesante para un proyecto renovador que va con el cuento de “que la izquierda tiene que estar unida”, indicó el analista político Carlos Tapia.
Sin embargo, esta actitud no ha sido la única que ha desatado diversas críticas. Hace más de un año, la excandidata a la presidencia no pudo deslindar contra el mandato de Nicolás Maduro. “No ha sabido diferenciarse del régimen de Maduro, al principio diciendo que no se le puede criticar porque sino se favorece a la intervención del imperialismo norteamericano", sostuvo Tapia.
¿Tiene posibilidades de alcanzar la presidencia?
De acuerdo a la última encuesta de Datum, Mendoza se mantiene en un lejano cuarto lugar de las preferencias electorales con un 7% de respaldo.