A través de una videoconferencia, Keiko Fujimori pudo escuchar la audiencia donde se evaluó si continuará bajo prisión preventiva.
Desde el penal Santa Mónica, Fujimori resaltó que ella no ha fugado del país y que no ha solicitado asilo político, en clara alusión a Alejandro Toledo y Alan García.
La ex primera dama también marcó distancia con el ex secretario de Fuerza Popular, Jaime Yoshiyama, quien aseguró haber recibido dinero de un empresario para la campaña presidencial del 2011.
“Sobre lo señalado por el señor Jaime Yoshiyama y la simulación de aportes provenientes de un empresario millonario de apellido Rasmus. Señores Magistrados, ¿no creen que si yo hubiese sabido, lo hubiese dicho desde un principio? Si hubiese sido así, queda claro que hubiese evitado esta cruel pesadilla” sentenció.
Dicho esto, la mayor de los Fujimori aclaró que “la simulación de aportes es una falta administrativa.
Por su parte, el fiscal del equipo especial Lava Jato, Rafael Vela, denunció que el equipo de fiscales que integra viene siendo permanentemente hostilizado y advirtió que estas acciones buscarían obstruir el convenio existente entre el equipo especial Lava Jato de Brasil y el que él dirige.
Quien también estuvo presente fue Mark Vitto, el esposo de Keiko Fujimori. Al termino de la audiencia, Vitto se acercó a la pantalla donde se veía Keiko Fujimori para enviarle un beso.
También se manifestó la defensa de Jaime Yoshiyama, quien continúa en los Estados Unidos pese a la orden de prisión preventiva en su contra.
La decisión de la sala se conocería en un plazo mayor a 48 horas.