Que Odebrecht corrompió funcionarios a punta de sobornos ya lo sabemos todos. Que muchas de las obras más importantes y costosas del país hayan sido hechas a la medida para satisfacer acuerdos por debajo de la mesa, también. Lo que aún no se define a ciencia cierta, aunque sospechas no faltan, es cuál fue la participación de aquellas compañías peruanas que, junto con la empresa brasileña, ejecutaron los proyectos hijos de la corrupción.
Los directivos de las empresas peruanas consorciadas con Odebrecht señalan que los acuerdos ilícitos se hicieron a espaldas de las consorciadas peruanas, sin embargo Jorge Barata señala que al menos en el caso de la Interocéanica, las empresas peruanas no solo conocían sobre la coima sino que pagaron su parte.
Carlos Nostre, exfuncionario de Odebrecht a cargo del Metro de Lima, confesó al Ministerio Público que Juan Manuel Lámbarri, ex gerente de Graña y Montero sí sabía que estos riesgos adicionales correspondían a parte del pago de la coima para obtener la buena pro de esta obra.
En octubre las alarmas se encendieron cuando se conoció que José Graña había salido del Perú rumbo a España, sin embargo el ex presidente de Graña y Montero ya se encuentra en el país. Hoy, los directivos continúan bajo investigación por delitos de corrupción.
