Un gesto de unidad en la Iglesia católica. Así el Santo Padre homenajeó a su predecesor el Papa emérito Benedicto XVI, quien apareció nuevamente en público. El papa emérito, de 89 años, que renunció al cargo en 2013, el primero en siete siglos, parecía estar en buen estado físico e incluso dirigió un cálido mensaje a Jorge Bergoglio.
Durante la ceremonia, los dos pontífices se abrazaron en un gesto de respeto y lealtad recíproca. Benedicto XVI escuchó atentamente cuando Francisco se dirigió a él llamándolo “Su Santidad”, alabando sus 65 años de servicio a la Iglesia.
A la inusual celebración en la Sala Clementina del Palacio Pontificio asistió buena parte de la jerarquía de la Santa Sede, entre ellos numerosos cardenales y monseñores de la Curia Romana.