24 Horas Edición Central

16/03/2016

Candidato al Congreso de Verónika Mendoza llama “preso político” a terrorista Polay Campos

Abel Gilvonio firmó documento en el que se cataloga así al cabecilla y fundador del MRTA.




Es un documento firmado por cientos de personas. Profesionales, estudiantes y artistas con una idea en común: que los miembros del MRTA no son terroristas, sino presos políticos. Se lee: “Únete con tu firma. Compañero. Es un acto de justicia”.

Más abajo: “No más silencio contra la estigmatización de los presos políticos. Traslado de Víctor Polay Campos y sus compañeros de la Base Naval del callao a un centro penitenciario civil”. Se vincula el término “presos políticos” al nombre de Polay Campos, cabecilla y fundador del MRTA, grupo terrorista que hundió al Perú en una mortífera catástrofe.

Este mismo documento, es firmado por Abel Gilvonio, candidato al Congreso por el Frente Amplio, número 16 en la lista por Lima. Al consultarle si piensa que Víctor Polay Campos es un terrorista o no, dijo considerarlo como tal.

Sin embargo, él firmó el documento a pesar de que señalaba explícitamente que Víctor Polay Campos es un preso político. A cinco años de haber puesto su nombre en el papel, justifica su acción. Dice que la verdadera razón era otra.

Víctor Polay Campos, conocido también como ‘Camarada Rolando’ protagonizó una de las fugas más espectaculares de todos los tiempos. Fue del penal Castro Castro de Canto Grande. Un túnel de concreto de 250 metros desde su celda hasta la calle permitió que escapara junto a otros 47 emerretistas.

Abel Gilvonio es sobrino de Nancy Gilvonio, emerretista que fue capturada cuando planeaba tomar el Congreso de la República. Esposa de Néstor Cerpa Cartolini, último líder del MRTA, quien encabezó el secuestro de autoridades en la Embajada de Japón, en 1996.

Es Abel Gilvonio quien celebró en Facebook la libertad de Peter Cárdenas, terrorista número 2 en la cúpula del MRTA. Gilvonio fue líder estudiantil durante la dictadura de Fujimori.

Él firmó el documento cuando tenía 30 años. Cinco años después se rectifica, dubitativamente. Los votos que lo llevarán al Congreso estarán en las manos de los peruanos.


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