El brutal asesinato y descuartizamiento de una mujer en San Ramón de Pangoa, en Iquitos, ha generado conmoción nacional. Su pareja, responsable del crimen, decidió quemar el cuerpo y enterrarlo dentro de la vivienda que ambos compartían junto a su hija.
La víctima, identificada como Karen Martínez Ibarra, de 26 años, había sido reportada como desaparecida por sus familiares desde la madrugada del 2 de diciembre. Desde ese momento, la familia no volvió a verla y temía lo peor, temor que se confirmó días después con el hallazgo del cuerpo.
El feminicida fue identificado como Juan Virgilio Garay, de 35 años, quien confesó el crimen luego de que la Policía descubriera los restos enterrados en la vivienda. En su confesión, había señalado que lo hizo para proteger a su hija de presuntos maltratos.
Según las primeras investigaciones, antes del hallazgo, Virgilio Garay había llamado a la madre de la víctima para informar sobre su desaparición y asegurar que Martínez Ibarra lo había abandonado. Incluso llegó a presentar una denuncia por abandono de hogar para intentar desviar la atención.
Como parte de la evidencia, el sujeto quemó el colchón y prendas de vestir de la mujer con la intención de desaparecer cualquier rastro. Sin embargo, fue la madre de la víctima quien alertó a las autoridades sobre sus sospechas, lo que permitió finalmente la detención del agresor y su posterior confesión.
MADRE DE KAREN EXIGE JUSTICIA Y CADENA PERPETUA PARA FEMINICIDA
La madre de la víctima pidió justicia a las autoridades y solicitó que caiga todo el peso de la ley sobre el responsable, además de pedir la custodia de su nieta. “Pido cadena perpetua para este asesino”, declaró entre lágrimas.


