Producto a las intensas lluvias que se registraron en la zona de Mucumayo en Puno, un fuerte huaico arrasó con varios campamentos mineros, causando enormes pérdidas materiales y afectando a decenas de mineros artesanales.
A pesar de que buscaron el lugar más seguro para poder esconderse, el deslizamiento se llevó todo a su paso, donde perdieron sus equipos de trabajo. Además, las rocas inundaron los lavaderos de oro.
LA NATURALEZA NO SOLO GOLPEÓ A PUNO
Un episodio similar se vivió en Cusco donde la fuerte lluvia provocó el colapso de las alcantarillas. Durante esta situación, una serie de escolares fueron captados jugando en la plaza de la ciudad bajo la lluvia y granizada.
No solo en Puno y Cusco la naturaleza golpeó, sino que Ayacucho también vivió momentos complicados por este fenómeno, dejando calles y viviendas afectadas. De igual manera, la granizada perjudicó los cultivos de maíz, quinua y papa.


