La ciudad de Trujillo vive momentos de tensión tras la detonación de un artefacto explosivo en la cuadra 8 de la avenida Perú, hecho que dejó más de 50 viviendas dañadas y siete personas heridas. El ministro del Interior, Carlos Malaver, calificó el ataque como un “atentado terrorista” y pidió una respuesta coordinada de todas las autoridades frente al avance del crimen organizado en La Libertad.
Según información policial, el atentado estaría relacionado con una pugna entre las organizaciones criminales “Los Pulpos” y “La Jauría”, con la mención de un tercer grupo llamado “Los Pepes”. Estas bandas buscarían el control de actividades ilícitas en la zona, en un contexto marcado por recientes homicidios y amenazas difundidas en redes sociales.
Zona comercial bajo ataque
La explosión ocurrió en un área de intensa actividad comercial dedicada a la venta de autopartes y materiales de construcción. Entre los negocios más dañados figura un centro odontológico, y muy cerca del punto de la detonación se encuentra una quinta con unas diez viviendas, habitadas en su mayoría por adultos mayores. Las autoridades regionales han planteado la posibilidad de declarar el estado de excepción para contener la ola delictiva.
En las últimas horas, agentes de la Policía Nacional del Perú capturaron a tres presuntos implicados: dos menores de edad y un adulto, en la zona de Alto Trujillo. Las investigaciones preliminares apuntan a que podrían ser autores materiales del ataque, en el marco de la disputa criminal que mantiene en zozobra a la población trujillana.