A partir de este martes 1 de julio de 2025, todas las operaciones financieras con tarjetas de crédito y débito deberán cumplir los mismos criterios de validación de identidad, según lo establece la nueva norma de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
PRINCIPALES CAMBIOS
El principal cambio recae en el uso obligatorio del PIN o clave secreta para las tarjetas de crédito, algo que hasta ahora solo era exigido para las tarjetas de débito. Para las compras presenciales a través de POS (terminales de pago), será necesario insertar el chip de la tarjeta y digitar el PIN correspondiente.
Para operaciones digitales o compras en línea, tanto con tarjetas de débito como de crédito, se requerirá ingresar los datos de la tarjeta y un segundo factor de autenticación, como un token o una clave dinámica.
No obstante, la obligación solo aplica para tarjetas emitidas a partir del 1 de julio de 2025. Las entidades financieras iniciarán un proceso progresivo de renovación del parque de tarjetas de crédito para adaptarse a este nuevo estándar de seguridad.
En cuanto a las operaciones de bajo monto —conocidas como micropagos o pagos rápidos— de hasta S/80 o US$20, no será necesario ingresar PIN ni mostrar documento de identidad, como ocurre en peajes o tiendas con alta afluencia de clientes.
Finalmente, la SBS advirtió que a partir del 1 de abril de 2026, las empresas emisoras de tarjetas serán responsables de las operaciones no reconocidas que se realicen con tarjetas emitidas antes del 1 de julio de 2025 y que no cuenten con un segundo factor de autenticación.